miércoles, 28 de enero de 2009

Un amigo mío quiere funda una revista literaria y no le sale

Crear una revista literaria es más fácil de lo que parece, desde el punto de vista de la calidad literaria del contenido, si tenemos en cuenta el ínfimo nivel de lo que se escribe, por ejemplo, en los periódicos. Una de las grandes ventajas de las revistas literarias es que no tienen fecha de caducidad, porque la literatura no tiene nada que ver con la actualidad. En ese sentido, la literatura siempre ha sido políticamente incorrecta o, al menos, debería ser realmene apolítica. El otro día escuché -ver la tele me supone un sobreesfuerzo enorme si no se trata de fútbol- alguna de las respuestas del presidente del gobierno. Decía Zapatero que él no había prometido pleno empleo en la actual legislatura, sino que tan sólo se había referido a ello como un objetivo. Si uno visita la hemeroteca puede comprobar que Zapatero no dijo: "prometo que lograremos el pleno empleo". Ni tampoco: "nuestro objetivo es el pleno empleo". Sino: "en la próxima legisatura lograremos el pleno empleo". ¿Mintió? Sobre una previsión no se puede mentir, se puede fracasar. Miente, sin embargo, al decir que no lo prometió, sino que era el objetivo, porque se trata de un verdad a medias. Claro que es un objetivo, pero si todo discurso político se toma en serio, entonces vemos que lo que no es serio es la política misma. Imaginemos que digo a mis alumnos: "mañana vendrá a veros, aquí, al aula, Sergio el Kun Agüero". Y no va. No puedo decir, dije que era mi objetivo que viniera, no prometí que lo hiciera. Los alumnos no me tomarían e serio o sencillamente pensarían que he perdido el juicio al hacer un chiste malo. Pero esto en política no es una cuestión de bromas sin gracia, sino de algo mucho más serio: en política se puede mentir. Hay que decirlo y analizarlo con toda claridad. La razón de ello es que la política es la gestión de la actualidad. De ahí que el discurso político no tenga nada que ver con la verdad. Ésta no se pasa, pero la actualidad es el pasar mismo. Hacerlo bien en política es decir en cada momento lo que conviene, no lo mejor. Los ciudadanos de a pie empezamos a aceptar de buen grado el juego de la política como un escenario más en el que tiene lugar la actualidad. En este sentido el periodismo y la política se parecen entre sí y se parecen a la gestión de los equipos de fútbol y a las runiones de sociedad de la aristocracia decmonónica. La opinión pública, acrítica por definición, opina acerca de lo que se dice -siendo el caso que se dice lo que conviene, según vengo sosteniendo- y no de lo que sucede. En resumidas cuentas, la verdad no es que sea indiferente, es sólo una cuestión subjetiva en el siguiente sentido: verdadero es lo que cada uno quiere creer como verdadero. Como consecuencia de ello, la realidad es virtual -verdad y realidad, como enseña la filosofía, se pertenecen mutuamente-. Por eso es preferible dedicarse a la literatura, donde sí hay verdad, o al menos puede haber intención de dar con ella. Otra posibilidad es recomendar a los políticos escribir más y hablar menos. Porque uno tiene mayor pudor cuando escribe, puesto que lo escrito, no resiste el cambio, no es servil con respecto a la actualidad. Voy a animar a mi amigo con la revista, puesto que el único problema que tiene es que no hay gente dispuesta a acompañarle en la aventura. Este obstáculo tampoco es nuevo; la dificultad para hacer algo en un grupo de trabajo es doble: que nos cuesta cada vez más hacer grupo y que lo del trabajo es, para muchos, una realidad que sería deseable extinguir. Ello tendría, sin embargo, una ventaja: si no hubiésemos de trabajar, no sería tentador vivir del cuento, o sea, de la actualidad, con lo que ser político podría llega incluso entenderse como una vocación de gestión veraz de la realidad.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Un comentario crítico (si es que Blogger me deja permanecer en el anonimato [que sí parece]).

Interesante reflexión. Pero, ¿de veras es necesario que sea todo un párrafo?

No se trata de que la articulación del discurso gana mucho usando varios párrafos, sino fundamentalmente de que de otro modo parece un muro de letra que invita poco a la lectura.

No sé, quizá es que mi pantalla tiene una resolución alta y así las letras se ven pequeñas. Pero usar varios párrafos dejando una línea blanca en medio (para que Blogger marque esa separación), creo que es una cortesía para quienes podamos leer esto.

Anónimo dijo...

Bueno, para este comentario voy a intentar que no me salga demasiado la vena política, no sé si podré evitarlo.
Si uno hace una visita al Programa Electoral con el que el PSOE se presentó a las elecciones (www.psoe.es/download.do?id=118784) uno no se va a encontrar en ninguna parte que se prometa el pleno empleo. Y no se promete porque no se puede prometer algo así porque sí. La frase "conseguir el pleno empleo" siempre va acompañada de "queremos" "pretendemos" "nuestro objetivo es". Y en su día, teniendo en cuenta las cifras del paro entonces y las previsiones que entonces hacía el FMI no era algo tan descabellado, sino más bien viable.
Sería más interesante, en vez de ponerse a discutir sobre qué dijo o qué no dijo Zapatero hace casi un año (que es lo que a estas alturas se sigue haciendo), sentarse a hablar en serio sobre las incoherencias de una economía mundial que, digámoslo claro, nunca ha funcionado.
Nos damos cuenta ahora porque tenemos la famosa crisis, crisis, crisis aquí, pero antes de hacer escala en Europa otros países (de esos de los que nadie se sabe el nombre porque nos pillan muy lejos) ya la venían sufriendo. Incluso podría decir que nos damos cuenta ahora que la crisis se ha venido a vivir a nuestras propias casas, porque seguro que incluso en nuestro propio país otros ya tenían crisis bastante antes.

Me estoy alargando mucho, así que para terminar sólo una cosa más: si tú dices a tu clase que vas a traer al Kun así porque sí, vas a perder toda la credibilidad.
Si dices que vas a traer al Kun pero el día antes de ir a clase tiene un accidente, seguro que tus alumnos lo entienden.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Adrián, a mí Zapatero —como cualquier otro político— me da bastante igual, pero si buscas en Google, parece que sí que dijo algo así (los enlaces a Cinco Días y ADN).

Incluso La Ser, no sospechosa de arbitrariedad ideológica, tiene un documento sonoro que confirmaría que prometió pleno empleo con muy buenas condiciones.

En general, lo grave no es que quienes se dedican a la política —sean del color que sean— nos engañen. Lo realmente penoso es que nos engañemos nosotros.

Y entiendo que a nuestros representantes públicos, a quienes ejercen el poder, hay que exigirles que hagan y pedirles responsabilidades por lo hecho. De otro modo, tenemos tiranía, no otra cosa.

Anónimo dijo...

Acabo de escuchar el audio de la Ser y sí, es bien claro. En cualquier caso, y no estoy intentando engañarme a mí mismo, hablaba en base a unas circunstancias económicas concretas bastante más optimistas que las actuales, con lo que me tomo esas palabras como una previsión bastante desafortunada y completamente equivocada visto desde hoy.
Precisamente por esto que digo, más que lo que digan o dejen de decir el Presidente o el Líder de la oposición me preocupa seriamente ese ente universal y todopoderoso al que llamamos "Economía", que parece que no está por la labor de obedecer a nadie. ¿Cómo puede ser normal que algo que puede dejar a millones de personas sin empleo de la noche a la mañana (aquí) y matar de hambre a otros tantos millones (allá) no pueda estar bajo el control de las personas?
Durante demasiado tiempo se ha visto mal cualquier tipo de control sobre la economía, en aras de la "libertad". ¿La libertad no debería ser para las personas? Sinceramente, no lo veo normal.

En cuanto a lo último que has dicho, Anónimo, sí. Completamente de acuerdo. Espero que no hayas sacado ninguna conclusión contraria a lo que dices en lo que he dicho. Naturalmente que hay que exigir a los poderes públicos que sepan hacerle frente a las circunstacias.

Por cierto, Óscar, se me había olvidado decirlo en la primera parte y parece que me he centrado en formar aquí un circo político, mucho ánimo a tu amigo con su proyecto literario.

oscar pintado dijo...

queridos Anónimo y Adrián: muchas gracias por vuestros interesantísimos comentarios. Prometo contestar, es mi objetivo. En cuanto tenga un rato para ello. Abrazos, Oscar

Anónimo dijo...

Adrián, sigo en mi anonimato.

El problema no es lo que diga el presidente de un gobierno, es el poder que tiene para hacer y deshacer. No es omnipotente, y probablamente su poder sea mucho menor del que creemos, pero sí puede dirigir un país (y eso debe).

¿Ha mentido el presidente del gobierno? No ha mantenido una promesa, porque nadie en su sano juicio podría exigir su cumplimiento en este preciso momento. Ahora, lo que sí manifiesta es una capacidad de análisis no muy adecuada para la responsabilidad que tiene.

Me interesa mucho lo que planteas del capitalismo, esto es, la economía y la «libertad» (así, entrecomillada).

Creo que el fallo no está en el capitalismo (no es por salvar nada), sino en una concepción que se acerca más al feudalismo.

Respecto a la libertad de mercado, muchos la invocan, precisamente para hacerse con el control de un mercado (lo cual es contradictorio).

Entiendo que lo interesante del capitalismo (como modelo económico y social) está en la libre competencia perpetua. Entender esto es precisamente darse cuenta que son las personas las que son agentes de cambio en el mundo.

¿Eso quiere decir que esto se convierta en la ley de la jungla, esto es, la ley del más fuerte? Ni en broma y no por nada, sino fundamentalmente porque eso no es humano.

Ahora, me parece que somos las personas (no tiránicas), las que somos capaces de aportar novedad (véase riqueza y no sólo ni fundamentalmente económica) a la sociedad. Y eso no puede sustituirlo nigún gobierno ni estado.

oscar pintado dijo...

Mi amigo parece que va a sacar la revista adelante, y todo por la pertinencia de vuestros comentarios, queridos Adrián y Anónimo. Queda pendiente mi comentario, pero llevo cinco días intentando arreglar el ordenador y, hoy por fin, parece que echa a andar de nuevo con un disco duro nuevo y con mis 80 páginas de tesis redactadas en un limbo binario. Gracias por ayudar a mi amigo a empezar a hacer un sueño literario realidad literaria. abrazo

Anónimo dijo...

Tu amigo lo que tiene que hacer es meterse en una logia y pedir una subvención. Que hable con Heces Barba.

El Samu (antes Samuel)