lunes, 24 de enero de 2011

Una cosa es

Sí, como alguien ha recordado, tenía un propósito, pero ha habido cortinas de humo empañando la visibilidad y, acaso también la visión.

Una cosa es que yo tenga una expectativa de éxito y otra que, en efecto, consiga triunfar. A veces se nace ya exitoso; el otro día conocí a una persona llamada María del Ser. Jo, qué envidia.

Tengo la firme impresión de que el próximo sábado 29 el café filosófico que disfrutaremos en casa será un éxito. Se trata de una actividad a la que llevo dándole vueltas desde el verano y que no he podido desarrollar hasta ahora. "Desarrollar" significa aquí encontrar el momento. La respuesta ha sido tan apabullante que, con toda sinceridad, estoy contando sillas de la casa y tazas de los armarios para poder dar cabida a tanta gente estupenda.

Parece que en torno a quince filósofos de muy distinto pelaje, se reunirán un sábado de enero en mi casa, sin subvenciones, sin agenda prevista (hablaremos del concepto de experiencia, si se puede), sin formar parte de ningún comité y sin el proyecto de sacar conclusiones; muchos hemos querido reunirnos para hablar entre amigos. Creo que es un éxito arrollador. De las personas que han confirmado, tres no han estudiado la carrera de filosofía, pero les gusta el tema, o la filosofía, o charlar entre amigos, o el patxarán.

Una cosa es pararse a pensar, en medio de un trancazo fenomenal que me impide pensar y sonreír, que cosas tan grandes son muy difíciles de conseguir y lo hemos conseguido, y otra cosa es que los asistentes tengan algo que decir sobre el concepto de experiencia. Por si acaso, me quedo ya con el consuelo de poder saborear la expresión que da título a esta entrada. Hasta una cosa es.

Por experiencia entiendo lo que da la razón a empiristas, subjetivistas, ancianos, aristotélicos, psicologistas, estetas, místicos, curiosos e incluso a mí. ¿Quién ejercerá el papel de enemigo?

P.D. Repaso la lista de asistentes a la cumbre del sábado y creo que sólo fumamos un tal Fernando (grande, pausado, español y cervantino) y yo. ¿O no fumabas, Fernando?

4 comentarios:

Pablo Rodríguez dijo...

Nadie se anima, así que empiezo yo, pero muy brevemente, porque tenemos otras lides pendientes.

Lo de «María del Ser» no sé si es tan maravilloso, porque siempre puede confundirse con «María de la Ser».

No me preguntes por qué, pero es lo primero que se me ha ocurrido. Es posible que sea un malpensado.

oscar pintado dijo...

Estimado Pablo:
Como usted sabe muy bien, el ser, no sólo no tiene contrario, sino que tampoco tiene género. Se trata de María del Ser y, en ningún caso "de la Ser".

La denominación de esa cadena de radio siempre me ha dado que pensar, hasta el punto de que creo que podría tratarse de unas siglas más que de un guiño a la metafísica.

Por lo demás, el pasado sábado 29 de enero -fecha ya inolvidable-, disfrutamos del primer café filosófico de este año y, a fe que hablamos del concepto de experiencia.

Tengo la vaga impresión de que la hermenéutica se impuso de nuevo al personalismo. Quizá lo más razonable sea dejar el partido en empate.

Quienes se quedaron hasta el final pudieron discutir sobre los colores y tengo la impresión de que un ciego sabe, como un vidente, qué es el rojo, por ejemplo. Podemos seguir discutiendo sobre esta cuestión. No obstante, podríamos ir pensando en el próximo tema. La fecha la situaremos en el entorno de finales de marzo o principio de abril. Que nadie se quede sin proponer un tema. A mí me parece que puede dar mucho juego la cuestión acerca de los límites, si los hay, entre filosofía y literatura.

Antes de buscar un texto, como dijimos, par centrar el tiro, agradecería propuestas que os parezcan de interés.

Agradezco a todos vuestro esfuerzo, simpatía y concentración (yo acabé con la cabeza echa un bombo). Abrazo

Pablo Rodríguez dijo...

Yo diría que la propuesta es de tema con texto (en su con-texto, que diría el «ex-céntrico» de Heidegger).

A mí, la verdad no se me ocurre nada, aunque quizá esclarecer ese «hermenéutica versus personalismo» no sería mala idea.

En el fondo es verdad y relativismo (o cómo pensar más allá del sujeto y el objeto). Textos habrá millones, pero no se me ocurre ninguno.

A ver si el resto se anima a contribuir.

Anónimo dijo...

Después de mi reproche, me siento culpable por no haber aparecido antes por aquí.

El caso es que estuve de retiro (actividad también conocida por "ejercicios espirituales"), quizás porque el puenting no me parece suficientemente exótico.

El sábado tocaba charla sobre la "castidad" (¡eso sí que es exotismo¡), y el que dirigía el cotarro (célibe él) me propuso: ¿por qué no la das tú, que tienes más EXPERIENCIA?

No me quedó claro qué significaba "experiencia" en ese contexto, ni tampoco pregunté por aquello de contar con más margen.

Total que hablé de sexo, de límites y de dragones. Si generé más confusión, o si logré poner algo de orden en las entendederas del personal, lo ignoro.

Pero a mí me ayudó a aclararme: toca hablar de sexo. La experiencia vendrá sola.

Jo, qué envidia me dais.

El Samu.